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CONJUNTO CÍVICO MONUMENTAL " PASAJE JURAMENTO" 

 

PROYECTO: 1995

EJECUCION: 1996-1999

PRIMERA ETAPA SUPERFICIE : 4015m2  (1996-1997)

SEGUNDA ETAPA SUPERFICIE: 3851m2 (1998-1999)

TERCERA ETAPA: Remodelación de la plaza 25 de mayo, tratamiento de fachadas este y sur del Palacio Municipal 

UBICACIÓN: Rosario, Santa fe, Argentina

PROYECTO: ARQ. ALEJANDRO BELTRAMONE, ARQ. MARCELO PONZELLINI, ARQ. MARIANO COSTA

COLABORADORES: E. Bechis, S.Bechis, M. Bonelli, J. Gastaldo, P. Quagliatto, R. Radeff, S. Tissera, M. Valenzuela, D. Valiente, S. Verduna, F. Yaqüinto

 

Memoria Descriptiva

La condición de partida del concurso de anteproyectos para completar definitivamente el Conjunto Cívico- Monumental, como parte integrante del Parque Nacional a la Bandera determinó que, a partir de tal propósito, solo el proyecto habría de guardar los sentimientos que el lugar iniciara: un sitio de alto valor histórico - institucional.

La percepción dinámica, la forma que el uso público da a los espacios, y un fuerte sentido del emplazamiento como lugar metropolitano, se han obtenido con medios de neutralidad arquitectónica y contención expresiva, dando expresamente al diseño de los elementos un valor mínimo, anecdótico.

Tomamos como dato la arquitectura heredada del sitio. El edificio de la Catedral, el Palacio Municipal, la Plaza 25 de Mayo, y moldeando la topografía irregular del terreno, se valoraron especialmente las relaciones preexistentes de dichos elementos con el Monumento Nacional a la Bandera, el río Paraná, el horizonte. Así el camino - puente, metáfora perfecta de la conexión, sustituye aquí a la plaza, espacio de representación social por excelencia y, abriéndose paso entre los edificios  duros, “solistas”, posibilita que el contexto quede atrapado en su recorrido conformando el “Pasaje Juramento”.

El acto de cruzar, de saltar hacia el atrio proyectado en el frente oeste del Propileo se acentúa por la presencia del espejo de agua que contiene el grupo escultórico. El agua que cae por los escalones absorbiendo el desnivel del terreno refleja las esculturas y el muro urbano, pone en movimiento lo inanimado, hace que los elementos se sitúen enfrente, detrás, encima, debajo...El conjunto escultórico de Lola Mora se presenta como una extensión del actual Monumento de los arquitectos. Ángel Guido y Alejandro Bustillo en un marco espacial acorde al valor patrimonial de su obra y a su debida protección y conservación.

El asumir el proyecto con la voluntad de construir un marco sensible pero con un protagonismo mesurado, nos determinó la decisión de incluir la nueva sede parroquial completando el nivel de basamento del conjunto significativo de la Iglesia Catedral y el palacio Municipal. De esta forma, mediante un correcto aprovechamiento de las cotas del terreno, se la vinculó transversalmente con las calles laterales creando una fachada continua que se brinda con visuales francas hacia el Monumento.

En síntesis, una posible representación del hecho de conectar, paradigma de nuestra civilización es la intención fundamental de este trabajo, es la redefinición del espacio público por excelencia de la ciudad, pretendiendo una nueva simplicidad y una mayor insistencia en las ideas esenciales que se aplicaron en el reduccionismo formal, la manipulación mesurada de La forma y una fuerte presencia matérica, tectónica consecuente con la tradición de permanencia.

 

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